Peliagudo porque, por supuesto, el cine de terror clásico no es un género muy infantil que digamos. Pero, al mismo tiempo, fascina a muchos niños que son capaces de hacer lo imposible por ver esas "películas prohibidas". Si eres habitual de este blog, estoy seguro de que sabes de lo que hablo.
En este capítulo, por tanto, no encontrarás recomendaciones para los más pequeños de la casa, pero sí para niños y niñas un poco más mayores a los que les guste el género de terror. Esos disfrutarán de lo lindo con estas propuestas que van de los clásicos indiscutibles a la serie B más despendolada.
Eso sí, me dejo en el tintero los títulos que me parecen más fuertes. Es decir, no busques en esta lista ni La matanza de Texas ni Carrie ni El exorcista, por citar tres ejemplos.
Por supuesto, como siempre digo, cada casa y cada niño es un mundo, así que incluyo en la ficha de las películas un resumen del argumento y un recordatorio de las escenas más adultas, para que puedas decidir con conocimiento de causa si te parece adecuado ver esa película con tus hijos/as o si prefieres esperar a que maduren un poco más.
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68. Al final de la escalera
The Changeling, Peter Medak, Canadá, 1979.
Edad:
REn el cine clásico de terror, las casas encantadas son un auténtico subgénero. Y Al final de la escalera es un ejemplar de primera división que los aficionados pueden disfrutar desde bastante jóvenes.
Narra la historia de un compositor que ha perdido recientemente a su mujer y a su hija en un accidente y que se muda a un antiguo caserón con la intención de refugiarse en su música. En el caserón, como todo el mundo sabe excepto los protagonistas de las películas, se han cometido unos crímenes horribles. Y, claro, en el minuto dos ya empiezan a pasarle cosas chungas con espíritus inquietos a nuestro atribulado compositor.
A pesar de su ritmo calmado y su estética setentera, Al final de la escalera ha envejecido muy bien. Si tus hijos son impresionables, la sesión con la medium, la pelotita roja o la puñetera silla de ruedas les harán revolverse incómodos en sus sillas. Pero si les gusta el cine de terror, disfrutarán como auténticos gorrinos en un lodazal. La peli no contiene escenas sangrientas, pero sí que hay un flashback recurrente donde se muestra un ahogamiento de forma muy gráfica. Tenlo en cuenta si piensas verla con tus hijos.
69. Alien, el octavo pasajero
Alien, Ridley Scott, EEUU, 1979.
Edad: R
Una de las grandes películas de la década. O de todos los tiempos, qué narices. Una película de obligada visión para cualquier aficionado al cine de terror y ciencia ficción, o para cualquier aficionado al cine, a secas.
¿Eres de las dos o tres personas del mundo que aún no la ha visto? Solo para ti, te resumo el argumento: la tripulación del carguero interestelar Nostromo es despertada del hipersueño por madre, el siniestro ordenador de a bordo, en mitad de su viaje de regreso a la Tierra, porque ha captado una señal de radio de origen inteligente y no humano. La tripulación acude rezongando a investigar el origen de la señal en un planeta cercano y cinco minutos después ya tienen a un alien hambriento y con la boca como una tapa de alcantarilla correteando por los pasillos de la nave.
La calificación R se debe a un par de escenas un poco gore (la aparición por sorpresa del alien en mitad del desayuno sin que nadie lo hubiera invitado y el "momento yogur" del bueno de Ash), pero en España se recalificó como "para mayores de 13 años" en la edición doméstica. También contiene una carretada de escenas de terror y tensión magníficamente rodadas. Absténgase gente impresionable de cualquier edad. Para niños y adultos curtidos, el mayor peligro puede ser el ritmo inusualmente pausado de su primera media hora.
70. La cabina
La cabina, Antonio Mercero, España, 1972.
Edad: ?
Oye, que me ha parecido buena idea traer este extrañísimo mediometraje español a la lista. Extraño por ser español, un país donde nunca se ha prodigado mucho el género, al menos hasta hace algunos años; extraño por estar escrito a cuatro manos por los autores de
Verano azul,
Farmacia de guardia o
El abuelo, que ya me dirás tú qué tienen de cine fantástico; y extraño por estar protagonizado por José Luis López Vázquez, un actor todoterreno que asociamos más a las comedias españolas de los 60 y los 70 que al cine fantástico de vanguardia, ¿verdad?
Pues sí, La cabina es una película extraña de narices. También por su duración, a medio camino entre un corto y un largo. La historia de ese señor normal y corriente que se queda encerrado en una cabina telefónica comienza con el regusto algo incódomo del cine que ha envejecido mal. Pero, conforme transcurren los minutos, la anécdota cómica, las formas algo anticuadas y la evidente carencia de medios, van tornándose poco a poco en una angustiosa claustrofobia y terminan provocando el escalofrío genuino del mejor cine de terror en uno de los finales más impactantes e inesperados que recuerdo haber visto en mi vida.
Si el objetivo del cine es hacernos sentir y hacernos pensar, La cabina lo cumple con creces en apenas 35 minutos. Eso sí, para verla con tus hijos, debes prepararlos para el shock inicial que puede suponer este viaje en el tiempo y, además, tener en cuenta que, en los últimos minutos, aparecen unos cuantos cadáveres con aspecto algo desmejoradillo. La cabina nunca obtuvo una calificación oficial para su exhibición en cines porque se trata de una película para televisión y no se ha estrenado en pantalla grande.
71. El diablo sobre ruedas
Duel, Steven Spielberg, Estados Unidos, 1971.
Edad:
PGNo sé si El diablo sobre ruedas es cine clásco de terror, de suspense, fantástico o todo eso a la vez. La primera película dirigida por Steven Spielberg (originalmente, una TV movie de tanta calidad que acabó estrenándose en los cines) resulta tan adictiva como inclasificable. Detrás del guión está ni más ni menos que Richard Matheson adaptando uno de sus relatos.
Un tipo normalito (que se parece un montón a McCloud, uno de Los cuatro detectives de Pepe Da Rosa) emprende un largo viaje en coche y, sin venir a cuento, un camión de gran tonelaje empieza a acosarlo. Que si ahora te adelanto en línea continua, que si ahora me pongo a diez por hora en el centro de la carretera, que si ahora pongo el punto muerto en la cuesta abajo para hacerte cuchi-cuchi en el parachoques trasero...
La peli se reduce a eso, a un corre-que-te-pillo sin ninguna causa aparente, un puro (y gozoso) ejercicio de suspense que se va convirtiendo en auténtico terror conforme avanza el metraje. No contiene escenas sangrientas ni presencias paranormales (aunque ese camionero al que nunca vemos la cara no es muy normal que digamos y perfectamente podría llamarse Randall Flagg), pero la tensión se acaba haciendo tan asfixiante que no es apropiada para espectadores impresionables.
72. ¡Estoy vivo!
It's Alive, Larry Cohen, Estados Unidos, 1974.
Edad:
PGSi hablamos de cine clásico de terror, no podía faltar en la lista alguna película de serie B (por no decir C) de las incontables que se rodaron aquella década, de esas que eran carne de cañón de videoclub en los años 80 y que alquilábamos por curiosidad cuando no quedaba ningún estreno libre. ¿Te acuerdas?
Cuenta, con más voluntad que medios, la historia de un bebé-monstruo con bulimia que nada más nacer se cepilla a medio hospital y huye por la ciudad dejando un reguero de cadáveres a su paso. El padre ayuda a la policía a buscarlo mientras la madre lo esconde en el sótano de la casa convencida de que no les hará daño. Lo normal en las familias americanas.
Con esa premisa tan tronada y un presupuesto escaso, el resultado es el que podía esperarse: hora y media de diversión absurda para el aficionado al género o de aburrimiento supino para el que no lo es. Hay sangre, desde luego, sobre todo en la escena del parto; y de color fosforito, como era costumbre en la época. Hay un bebé mutante que ve doble y que es un cruce de Gollum y el calvo de Los Goonies, pero en bajito. Y hay algunas escenas cuyo suspense está muy bien manejado. En resumen: solo apta para niños/as mayorcitos que estén curtidos en el género y quieran saber qué tipo de pelis alquilaban sus papás en el videoclub cuando tenían su edad.
73. Terror en Amityville
The Amytiville Horror, Stuard Rosenberg, 1979.
Otra parada ineludible en el cine clásico de terror setentero es esta película, inicio de una saga interminable que ha competido con "Viernes 13" o "La noche de Halloween" en longevidad. Esta primera peli, pese a haber envejecido una barbaridad, conserva su encanto y es un clásico que, por su influencia posterior (de El resplandor o Poltergeist a The Conjuring, ni más ni menos) representa una parada obligatoria para cualquier aficionado al género.
Basada, al parecer, en un suceso real, narra la historia de una familia que se instala en un caserón donde se había producido un año antes un asesinato múltiple. Una idea que no se había rodado nunca. Y claro, pasa lo que pasa: que a los dos días tienen la orgía ectoplásmica montada y a un cura medio chiflado haciendo de las suyas.
No es una película muy truculenta ni sangrienta, aunque algo de sangre sí hay: un flashback muestra el asesinato múltiple (que incluye la muerte de varios niños) de forma rápida pero bastante gráfica; los dedos de un personaje acaban atrapados en una ventana (esa escena duele); un perro muerde a otro personaje (apenas se ve nada porque es de noche y el personaje va cubierto de... bueno, mejor no te digo de qué va cubierto). Ese tipo de cosas.
Pero Terror en Amityville se centra más en el ambiente malsano y la tensión malrollera. También hay algunas escenas de sustos, ya sabes, de las de saltar del sillón, aunque relativamente suaves para el espectador del siglo XXI. Probablemente, si se estrenara hoy en día, sería recalificada como PG-13.
74. Tiburón
Jaws, Steven Spielberg, EEUU, 1975.
Edad:
PG
La tercera película de Steven Spielberg como director, después de Diablo sobre ruedas y Loca evasión, supuso un fenómeno de tal magnitud que, según cuenta la leyenda, los destinos turísticos de sol y playa se resintieron durante aquel verano.
Tiburón es la triste historia de un pececillo asustado que, suponemos que por despiste, termina perdido en las playas de un pueblo costero justo a las puertas de la temporada turística, y allí descubre el placer de cenar piernas humanas. El jefe de policía quiere cerrar las playas, pero el alcalde solo piensa en "salvar el verano" (una frase que provoca renovados escalofríos en tiempos pandémicos, ¿eh?). Y, entre unos y otros, el tiburón se ve que empieza a coger sobrepeso.
Tiburón es una película que ha envejecido admirablemente bien y, dejando de lado cuestiones técnicas como el sonido o los efectos especiales, sigue resultando tan angustiosa hoy como hace medio siglo. A tus hijos les encantará o aterrorizará, dependiendo de su temperamento. Contiene algunas escenas muy breves pero realmente gore en alguno de los asaltos del tiburón y (algo que no suele mencionarse) en las imágenes fugaces de un libro ilustrado que uno de los personajes repasa en cierto momento. Pero Spielberg es un tipo listo y prefirió sugerir a mostrar, algo que, si se hace bien, da mucho más miedo.
Y de la música de John Williams ni hablamos. Ese tipo sin duda es de otro planeta.
La serie de artículos sobre las mejores películas clásicas de los años 70 aptas para ver en familia consta de estos ocho capítulos y un total de ochenta películas. Haz clic en los links si quieres echar un vistazo a alguna otra selección:
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Necesito encontrar el nombre de una películab de terror de los 80 me pidieron ese favor me ayudarían?
ResponderEliminarHola, Erik11. Es complicado, pero si proporcionas más detalles, tal vez alguno de los lectores o yo mismo sepamos a qué película te refieres. Un saludo.
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