Así es. La fiebre ochentera se extiende por todo el mundo, conforme la generación que ahora transita por la cuarentena cae en las garras de una nostalgia tan predecible como todas las nostalgias cuarentonas de todas las generaciones que nos precedieron. "Super 8" y "Stranger Things" triunfan en las pantallas, se suceden los remakes de películas míticas de los 80 y los 90, "Starwars" vive su segunda juventud, se organizan homenajes multitudinarios a Michael Jackson o a Freddie Mercury en los teatros de medio mundo y hasta resucitan los videojuegos con estética de 8 bits.
Solo falta que se vuelvan a poner de moda las hombreras.
Hay un montón de libros de los 80 dignos de recuperación para transmitirlos a las nuevas generaciones. Perdidas entre el marasmo imparable de novedades editoriales, en tu librería preferida hay reediciones de grandes éxitos que disfrutaste en tu infancia y juventud, y que ahora pueden disfrutar tus hijos (o, mejor todavía, puedes disfrutar con tus hijos). ¿Se te ocurre un regalo mejor?
Sin más preámbulos, te presento mi particular top-ten de libros de los 80 para regalar en Navidad a nuestros hijos.
"Pipi Calzaslargas" de Astrid Lindgren.
Puedes preguntarte que hace Pippi Långstrump, que nació allá por 1945, encabezando esta lista de libros de los 80. Es sencillo: la niña de las trenzas indomables se hizo popular en España gracias a la serie de televisión que se emitió en 1974 y se repuso en varias ocasiones desde finales de los 70 y durante toda la década de 1980. Si no hubiera sido por ella, puede que nunca hubiéramos conocido esta colección de asombrosos relatos de Astrid Lindgren. El papel y la pantalla siembre se han realimentado mutuamente.Pippi Calzaslargas sorprende, releído hoy en día, por su absoluta modernidad, que supongo levantó ampollas en la sociedad de su época. Pippi es un personaje libérrimo, que vive como quiere, que siempre dice lo que piensa y que no acata ninguna norma establecida. Es anarquía, ingenuidad e imaginación: representa la niñez en estado puro, esa que solo existe antes de que llegemos los adultos aguafiestas y metamos nuestras manazas.
Los relatos de Pippi Calzaslargas se leen, todavía hoy (o quizá debería decir aún más hoy), con una sonrisa en los labios y la estupefacción pintada en los ojos. Ni que decir tiene que a tus hijos les encantará compartir las aventuras de esa niña deslenguada que vive con su caballo, que tiene superfuerza y que no conoce el significado de la palabra hipocresía.
"Los tres investigadores" de Robert Arthur, M. V. Carey y otros.
La serie de "Los tres investigadores" (que antes se llamaba "Alfred Hitchcock y los tres investigadores") fue la puerta de entrada a la literatura policiaca para muchos de nosotros. Jupiter Jones, Pete Crenshaw y Bob Andrews son tres amigos que se dedican a resolver casos misteriosos, del tipo de una joya que desaparece de la mansión de una viuda rica o un supuesto fantasma que grita como un poseso en el interior de un caserón abandonado. Esa clase de misterios, ya sabes.La serie original se publicó entre 1964 y 1979 y se amplió en los 80 con trece títulos nuevos. En los noventa aún se publicaron varios libros más, con los protagonistas más crecidos (atención, que incluso salían chicas: los pobres Jupiter, Pete y Bob de los primeros libros parecían monjes benedictinos). En Alemania, donde su éxito es enorme, aún siguen apareciendo nuevas aventuras de estos incombustibles investigadores.
Las aventuras de este anquilosado trío han quedado un poco desfasadas, es cierto. Su desarrollo es lento, los misterios son tan ingenuos que mueven a la risa y los personajes hablan como actores de un serial decimonónico, pero en ese anacronismo reside precisamente su encanto. Si estás harto de historias policiacas enrevesadas, de detectives duros de turbio pasado y de persecuciones ruidosas, concédele una revisión a "Los tres investigadores".
La editorial Molino (que ahora pertenece al grupo RBA) fue la encargada de su publicación en España en los 70 y 80, y desde 2014 está reeditando algunos títulos de la colección original con nuevas ilustraciones.
"Puck" de Lisbeth Werner
Esta serie de libros relata las aventuras de Bente Winther, más conocida como Puck, una adolescente huérfana de madre cuyo padre, por razones laborales, no puede hacerse cargo de ella, por lo se ve obligada a internarla en un colegio. Aunque Puck acude al internado de mala gana, no tarda en hacer amigos (y enemigos) y en verse envuelta en toda clase de misterios y aventuras.Los libros de Puck, publicados en Dinamarca a partir del año 1952 por Lisbeth Werner (que resultó ser el pseudónimo de los autores Carlo Andersen y Knud Meister) siempre se han considerado una colección para chicas, del mismo modo que la de "Los tres investigadores" es para chicos. Al margen de lo estúpida que nos pueda parecer esta distinción (que, ojo, sigue ocurriendo en la actualidad: solo pásate por la sección infantil y juvenil de una librería y ya verás), lo cierto es que Puck, con todo el amaneramiento típico de su época, es una joven independiente, deportista y aventurera, prototipo de muchas heroínas modernas. Las niñas y los niños actuales seguirán disfrutando con Puck, aunque me temo que muchos chicos se negarán a leerla si ya han caído en las garras de las distinciones artificiales de género.
De los 46 libros de la serie original danesa, 31 fueron traducidos al español y editados por Toray en los años 70 y 80. Desde 2014, la editorial Molino está reeditando algunos títulos con nuevas ilustraciones y algunos retoques en la traducción.
"Elige tu propia a ventura" de R. A. Montgomery, Edward Packard y otros.
Seguro que lo sospechabas: los míticos librosjuegos rojos de Timun Más nunca han muerto del todo. Por eso están en esta lista de libros para regalar en Navidad.Se trataba de libros muy delgados, de apenas un centenar de páginas, escritos en segunda persona porque tú, lector, eras el protagonista. Cada pocas páginas se te pedía que tomaras una decisión. Si decides tomarte la pastilla roja, ve a la página 78. Si te tomas la azul, retrocede hasta la página 13. Y así. Había muchos finales posibles, algunos buenos, otros regulares y otros catastróficos. Lo podías leer y releer varias veces hasta que te aprendías las decisiones correctas de memoria.
Seguro que estás sonriendo al acordarte, ¿a que sí?
R. A. Montgomery y Edward Packard fueron los incombustibles autores que más librojuegos publicaron en esta colección, con títulos tan tronados como "El vampiro del espacio", "Los ordenadores toman el poder" o "Eres un agente secreto contra los nazis". La buena noticia es que, ejemplares de coleccionista aparte, ediciones Saldaña ha reeditado algunos de ellos, y la editorial Hidra tiene una colección semejante titulada "Tú decides la aventura" escrita por autores nacionales, con algunos nombres en nómina tan jugosos como José Antonio Cotrina o Eva Pérez Rodríguez, y volúmenes algo más gruesos (alrededor de las 150 páginas).
"Star wars" ¿de George Lucas?
La interrogación se debe a que la novelización de la mítica película de 1977 corrió a cargo de Alan Dean Foster, aunque Lucas figurase como autor.
En realidad, Dean Foster novelizó el guión original, no la película, por lo que es posible encontrar curiosas diferencias entre la película y el libro, como que el bueno de Chewbacca obtenga por fin su propia medalla o que se desarrolle la íntima amistad de Luke con Biggs.
Al margen de esas curiosidades, el Star Wars de Dean Foster es un tributo a una costumbre muy popular en los 70 y 80 que hacía las delicias de los cinéfilos y que hoy en día casi se ha perdido: novelizar los guiones. Además, se trata de una adaptación muy digna, que desarrolla con mayor amplitud que la película muchos aspectos de los personajes y permite entender mejor muchas escenas. Recuerdo con especial admiración el relato, muy bien narrado, que hace Dean Foster del ataque a la Estrella de la Muerte.
La pega es que resulta un libro difícil de conseguir en la actualidad. En España, la novela se publicó en 1976 (meses antes del estreno de la película) por Argos Vergara, aunque la edición más exitosa fue la de Planeta en los años 80. En 1994, Martínez Roca lanzó la última edición en español de la que tenemos constancia. Si resulta más sencillo, en cambio, conseguir ediciones recientes de otras novelizaciones de la saga así como los libros que narran aventuras que no aparecen en las películas y que se enmarcan en el universo expandido de Star Wars.
"La historia interminable" de Michael Ende
Publicada en 1979, constituye la obra más conocida del irrepetible autor alemán, y también la más compleja. Concebido como un juego de tres capas entre la realidad (el lector real está leyendo el libro), la fantasía (Bastian lee un libro escondido en el desván del colegio) y la fantasía dentro de la fantasía (las aventuras de Atreyu), atrapa al lector de todas las edades con la imaginación desbordante habitual de Ende aderezada, además, con un reflexión metafísica acerca de la naturaleza de la realidad, del libre albedrío y de la fuerza creadora de la imaginación."La historia interminable", en realidad, es la enésima revisitación del bildungsroman o novela de aprendizaje: un joven emprende una aventura a lo largo de la cual madura y se encuentra a sí mismo. Solo que en esta aparecen Atreyu, Ártax, Fújur, la vetusta Morla, Ygramul el múltiple o el viejo de la montaña errante, por citar algunos. Todos ellos son personajes que por sí mismos ya merecerían una historia.
Se ha dicho a menudo que la segunda parte de "La historia interminable" es más aburrida que la primera. Es cierto. Aunque el sentido de la maravilla permanece intacto, a lo largo de ese descenso al infierno de la fantasía desbocada perdemos toda la empatia que habíamos desarrollado hacia el protagonista, por lo que seguirlo en sus tropelías se puede hacer arduo para los más pequeños. La solución es simple: podéis leer el libro juntos, o puedes optar por regalar lecturas más livianas del mismo autor, como "Momo", o más liviana aún, "Jim Botón y Lucas el maquinista".
El éxito de "La historia interminable" fue tan grande que hoy se le considera un clásico indiscutible y se siguen publicando reediciones de la misma, por lo que es muy sencillo encontrarla en cualquier librería.
"El misterio de la isla de Tökland" de Joan Manuel Gisbert
¿Hay por ahí algún aficionado al género fantástico o a la ciencia-ficción que no haya leído a Joan Manuel Gisbert en su juventud? "Escenarios fantásticos" o "Leyendas del planeta Thamrys" eran casi imposibles de pescar en la biblioteca pública, pero la palma se la llevaba la isla de Tökland.Por si alguien no la conoce, digamos que la novela relata cómo un excéntrico millonario construye un laberinto lleno de trampas en un islote perdido en mitad del Océano Índico, en cuyo interior ha escondido el mayor de los secretos del universo (sic). Solo una persona capaz de superar trampas letales y de resolver enigmas imposibles será digna de acceder al gran misterio. De inmediato, como es lógico, un ejército de aventureros y buscavidas se ponen en marcha para intentarlo. Uno de ellos es el periodista Nathaniel Maris, quien pretende escribir un reportaje sobre el acontecimiento, y otro es Cornelius Berzhot, un inteligente científico dispuesto a hacer un poco de trampa para acercarse al corazón del enigma.
"El misterio de la isla de Tökland", aunque tiene un sabor un poco añejao en algunos giros de la trama y en algunos diálogos, atesora el mérito de ser una obra de ciencia-ficción fantástica juvenil escrita en un país y en una época en los que no se hacía ciencia-ficción fantástica juvenil. Leyéndola, te encuentras con ecos de aventuras tan famosas como "Parque jurásico" o de "Indiana Jones y la última cruzada", pero "El misterio de la isla de Tökland" fue publicada en 1981, varios años antes de que existiera la novela de Michael Crichton o la película de Steven Spielberg. Lo que quiero decir es que "El misterio de la isla de Tökland" es un pequeño milagro que merece la pena rescatar para esta lista de libros para regalar en Navidad.
Por suerte, los editores piensan lo mismo: existe una reedición reciente de este libro publicada por Planeta en su colección Cuatrovientos.
"Contact" de Carl Sagan
Todo el que me conoce sabe que no soy muy mitómano, pero con Carl Sagan estoy dispuesto a hacer una excepción. Lo que hizo este señor por la divulgación de la ciencia y del conocimiento humano en general frente a la superstición y la ignorancia fue un ejemplo perfecto de lucha quijotesca. Cuando leías o escuchabas a Sagan, llegabas a pensar que esta vez sí que podíamos vencer a los molinos de viento.Carl Sagan escribió muchos libros divulgativos a lo largo de su vida (todos ellos altamente recomendables) y solo una novela, "Contacto", publicada en 1985. La posterior, y algo traidora, adaptación al cine dirigida por Robert Zemeckis fue la que puso de moda referirse al libro con su título original, "Contact", sin la "o" al final.
"Contact" suele considerarse un libro para adultos. No estoy de acuerdo. Cualquier niño/a al que le atraiga la ciencia y la astronomía puede disfrutarlo, aunque probablemente necesite tu ayuda para ello. La novela narra la historia del primer contacto con una civilización extraterrestre desde el punto de vista de Ellie Arroway, una astrónoma del proyecto SETI. Como no podía ser de otra manera, todo en la novela es científicamente posible, dentro de los márgenes del conocimiento científico de la época. Pero eso no obstaculiza el sentido de la maravilla. Al contrario. Como Sagan siempre decía, el cosmos está lleno de maravillas que van más allá de la capacidad de nuestra imaginación.
Además, "Contact" tiene mucho de estudio sociológico sobre lo que ocurriría en el mundo actual si nos enfrentáramos, como especie, ante un desafío de esta naturaleza. Y el personaje de Ellie Arroway, esa científica arrojada e independiente que vive en un mundo dominado por hombres manipuladores, es difícil de olvidar.
"Contact" es una novela irrepetible en el sentido literal del término, porque no tenemos ninguna otra de Carl Sagan. Lástima que no se aventurara más en el género de la ficción. No existe, sin embargo, ninguna edición reciente en español de este título, así que encontrarlo puede suponer una pequeña odisea.
"Veva" de Carmen Kurtz
Carmen Kurtz y su serie "Óscar" es otro gran clásico de nuestra infancia. Con 16 libros publicados entre 1962 y 1984, Óscar nos enseñó que era posible pasar un buen rato y reflexionar al mismo tiempo sobre el mundo en el que vivíamos. Pero "Veva", publicado en 1981, tiene algo especial. Para quien no la conozca, Veva es una niña de nueve meses que nos narra la historia en primera persona. Como "Mira quien habla", pero sin tanta mala leche y con mucha más ternura.Veva, como todos los bebés, solo finge que no sabe hablar porque es más cómodo que todos te mimen y te lo den todo hecho. Pero con su abuela es distinta. Con su abuela se muestra como lo que es: el miembro más sensato de la familia. Y así, nieta y abuela viven diversas aventuras y sostienen divertidísimos diálogos entre una recién llegada que aún no entiende como funciona el mundo y una mujer que lo ha visto y vivido casi todo.
Como en otras obras de Carmen Kurtz, sorprende lo avanzado de sus planteamientos en ciertos asuntos, como el machismo o las relaciones familiares, aunque también es cierto que al libro se le notan los años: describe un mundo que parecerá a tus hijos tan antiguo como a ti te lo parece el de la posguerra. Pero eso no es malo. Al contrario: tus hijos podrán conocer, desde los ojos de este bebé, cómo era la España de los años 70 y 80.
Por lo demás, el libro es pura Carmen Kurtz: ameno, emotivo, inteligente y de humor contagioso.
Existe una edición reciente de "Veva" publicada por Noguer que todavía puede encontrarse sin problemas en muchas librerías.
"Chicha, Tato y Clodoveo" de Francisco Ibáñez
No puedo terminar esta lista de libros de los 80 sin mencionar a Francisco Ibáñez. "Chicha, Tato y Clodoveo, de profesión sin empleo" fueron los personajes que Ibáñez inventó para la editorial Grijalbo cuando Bruguera quebró en 1985 y se llevó a la tumba los derechos de Mortadelo y Filemón, el botones Sacarino, Rompetechos y el resto de la troupe desquiciada del dibujante barcelonés. Mientras el asunto se resolvía en los tribunales, Ibáñez pasó algunos años ganándose la vida con otros personajes, como el trío que nos ocupa.Tato, un trasunto rejuvenecido del miope Rompetechos, Clodoveo, un Mortadelo con melena y sin gafas, y Chicha, una chica pasota con cresta a lo punk, se conocieron en la cola del paro en 1986. Lo que surgió de allí fue una colección de aventuras en la línea habitual de Ibáñez, que en esa época había alcanzado el cénit de su maestría tanto con el humor físico y como con el chascarrillo verbal. Las primeras aventuras de "Chicha, Tato y Clodoveo" son un prodigio de detalles cómicos y un desmadre absoluto en lo argumental, con continuas menciones a la situación política y social de la época. Luego el nivel decayó un poco, e incluso se publicaron historias apócrifas, de ínfima calidad, sin la firma de Ibáñez.
Hubo 18 aventuras largas de Chicha, Tato y Clodoveo, aunque en España solo se pubicaron 11 en formato álbum (el resto se publicó en Alemania, un país donde Ibáñez siempre ha tenido un éxito tan arrollador como incomprensible). De ellas, "Una vida perruna" (1986), "Pero, ¿quiénes son esos tipos?" (1986) y "El negociete" (1987) son, en mi opinión, de lo mejor que Ibáñez ha hecho en toda su carrera.
Chicha, Tato y Clodoveo fueron abandonados a partir de los 90, cuando Ibáñez recuperó los derechos de "Mortadelo y Filemón", y han caído en un injusto olvido. Ediciones B ha reeditado algunos títulos en su formato "Súper Humor" (ya sabes: esos libros gruesos de tapa dura que contienen cinco álbumes en su interior), y aún es posible encontrar la ediciones originales de los 80 en algunos lugares. Si te gusta la obra de Francisco Ibáñez, es una búsqueda que merece la pena.
¿Y tú qué opinas?
¿Qué libros de los 80 regalarías, o has regalado, tú a tus hijos, sobrinos o nietos? ¿Añadirías o quitarías alguno de esta lista de libros para regalar en Navidad? Cuéntanoslo en los comentarios y lo hablamos.Créditos de las imágenes
Todas las portadas de los libros son propiedad de los autores y de las editoriales. Se reproducen aquí en baja calidad y dentro de los términos del fair use o uso razonable.La imagen de la cabecera del artículo es de Derek Bruff en Flickr y tiene licencia CC BY-NC 2.0.
Muy buena entrada. Yo añadiría los del pequeño vampiro. Creo que han hecho hace poco una película. Yo los recuerdo buenos. No sé cómo los vería ahora.
ResponderEliminarBuena puntualización. Y si buceamos en nuestra memoria seguro que aparecen muchos más que merece la pena recuperar. Si releyeras ahora el pequeño vampiro lo verías... bueno, no sé cómo lo verías, pero seguro que te parecería diferente.
ResponderEliminarQué buen artículo! Añadiría otros clásicos como las novelizaciones de Cristal Oscuro y Dentro del laberinto. También Aventuras de La Mano Negra, por ejemplo, o el mencionado Pequeño Vampiro (que conocí porque me lo mandaron leer en el colegio y no hace mucho lo recompré por pura nostalgia) o Fray Perico y su borrico, Doneval o El Pequeño Nicolás. En realidad hay tantos y tan bonitos de esa época...
ResponderEliminarSí, sí, es verdad. ¡Vaya, ni me acordaba de Fray Perico! Me ha traído a la memoria a Sebastià Sorribas y su "Zoo de Pitus", o a Josep Vallverdú, que leí por la misma época. O los libros ochenteros de Roald Dahl, como "Las brujas" o "Matilda", que siempre ha sido mi preferido. Nada, nada: seguid haciendo sugerencias, y pronto cambiamos el título de "10 libros de los 80" por "99 libros de los 80" :)
ResponderEliminarUno de mis libros favoritos de aquella época era Lumbanico el planeta cúbico, de Cristina Alemparte. Debí leerlo mil veces!!!! Creo que fue mi iniciación a la literatura fantástica con 8 o 9 años!
ResponderEliminarAnda, pues este no lo conocía. Acabo de leer por ahí un par de reseñas y tiene una pinta excelente. Me lo apunto para leerlo y para ofrecérselo a mis peques. ¡Gracias por el aporte!
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