Películas de terror para niños - Cine de los 90 para ver en familia (VII)

¿Películas de terror para niños? Muchos conocidos míos se llevan las manos a la cabeza cuando les planteo esa posibilidad, como si Poltergeist, Gremlins o Una pandilla alucinante no hubieran existido nunca o su público objetivo fueran los cuarentones entrados en carnes.

A los niños (y niñas, claro) siempre les ha gustado el género de terror en la misma medida que a los adultos, o quizá más. Solo fíjate en la edad media de la gente que espera en la cola de la casa del terror a primera hora de la noche en la feria de tu pueblo. O en el éxito de Halloween, esa divertidísima tradición importada que está barriendo del mapa a nuestro lúgubre día de Todos los Santos.

Películas de terror para niños es la séptima entrega de la serie 100 películas de los 90 para ver en familia. En las entregas anteriores hemos hablado de comedias, de cine de acción, de aventuras, de ciencia ficción... Tienes una lista completa (con enlaces) al final del artículo.

Hoy le toca el turno al cine de terror para todos los públicos. Bueno, más o menos, porque, por supuesto, habrá niños para los que las películas de esta selección no sean en absoluto recomendables, igual que hay adultos que jamás deberían acercarse a menos de un kilómetro de una película de miedo. Es una cuestión que tiene que ver más con el carácter que con la fecha de nacimiento.

Es cierto, desde luego, que gran parte del cine de terror es poco apropiado para una proyección familiar, salvo que tus hijos hayan nacido con horchata en las venas. He tratado de seleccionar un puñado de películas noventeras notables que resulten apropiadas para todas las edades, pero, aún así, encontrarás varias calificaciones R (restricted) en la lista. Esas son las películas que debes manejar con más cuidado y sentido común. Como siempre digo, tú conoces mejor que nadie a tus hijos/as y sabes mejor que ningún comité de expertos cuándo están preparados para ver algo.

75. Pesadilla antes de Navidad

The Nightmare Before Christmas, Henry Selick, EEUU, 1993.
Edad: PG

Jack Skellington, Señor del país de Halloween, está aburrido repetir cada año las mismas bromas macabras. Un buen día se le ocurre centrar sus esfuerzos en la Navidad en lugar de Halloween, para lo cual no duda en secuestrar a Santa Claus y en dotar al tradicional espíritu navideño de un tono pesadillesco. Como es lógico, la ocurrencia acaba siendo un completo desastre.

Rodada con la técnica del stop motion, es decir, mediante marionetas articuladas que se animan fotograma a fotograma de forma artesanal, Pesadilla antes de Navidad es, ante todo, una experiencia audiovisual fascinante que se convirtió casi de inmediato en película de culto. Concebida como un musical, resulta, a primera vista, el reverso tenebroso de los típicos clásicos de Disney, aunque en el fondo su trama es de una simpleza absoluta y su mensaje resulta blanco e inofensivo.

Mucho ojo porque, a pesar de su calificación PG, los grotescos personajes y algunas escenas (como la de Oogie Boogie, una malvada criatura en forma de saco relleno de millares de insectos) pueden provocar más de una pesadilla a los niños más impresionables.

76. La momia

The Mummy, Stephen Sommers, EEUU, 1999.
Edad: PG-13

Un sacerdote del antiguo Egipto sobre el que pesa una terrible maldición y un grupo de aventureros que lo despiertan por accidente bajo las arenas del desierto. Una pizca de humor, un poco de romance, acción a raudales y toneladas de efectos especiales que han envejecido razonablemente. ¿Qué más se puede pedir?

La momia de 1999 nació con vocación de cine a aventuras a la antigua, con ecos de Indiana Jones, El hombre que pudo reinar o Lawrence de Arabia y, por supuesto, del clásico protagonizado por Boris Karloff en 1932. El reparto encabezado por Brendan Fraser y Rachel Weisz logra componer unos personajes planos pero icónicos, como es de rigor en el cine de aventuras, y el ritmo del montaje y la imprevisibilidad de la trama hacen que permanezcas literalmente pegado a la butaca.

Entonces, ¿qué hace La momia en una lista de películas de terror para niños, si en realidad se trata de una película de aventuras de manual? La respuesta es evidente: La momia posee una oscuridad a lo largo de todo el metraje muy superior a la de sus ilustres predecesores, con muchos momentos de genuino mal rollo. Repito: a lo largo de todo el metraje. Os dejará pegados en la butaca, sí, pero removeréis el trasero con incomodidad en más de una ocasión. A los niños/as más curtidos, por supuesto, les encantará.

77. Agárrame esos fantasmas

The Frighteners, Peter Jackson, Nueva Zelanda, 1996.
Edad: PG-13 / R

Agárrame esos fantasmas es una película rara. Pero rara de narices. Se sitúa en algún lugar indeterminado entre la comedia negra al estilo de La muerte os sienta también, el ambiente gótico de Tim Burton, el humor burro y freak del primer Peter Jackson y el cine de terror típicamente ochentero. Y lo más increíble es que la película se sostiene en medio de esas arenas movedizas.

Cuenta la historia de un charlatán simpático interpretado por Michael J. Fox (en el que sería su último papel protagonista para el cine) que, tras sufrir una tragedia familiar, se hace pasar por cazafantasmas para timar a sus clientes con ayuda de unos fantasmas amigos suyos, hasta que un ente maligno del más allá comienza a asesinar a gente de verdad y debe implicarse a fondo para detenerlo.

Agárrame esos fantasmas tiene un aire cómico, sobre todo al principio, que puede desorientar a algún despistado. No te confíes: es una película bastante más fuerte de lo que parece, y sin duda inapropiada para los más peques de la casa. Pero si tus hijos ya tienen cierta madurez y saben apreciar el humor negro, disfrutarán con esta película inimitable. Existen dos versiones diferentes circulando por ahí: la estrenada en cines, calificada como PG-13, y un director's cut algo más sangriento, calificado como R.

78. La muerte os sienta tan bien

Death Becomes Her, Robert Zemeckis, EEUU, 1992.
Edad: PG-13

Madeline (Meryl Streep) y Helen (Goldie Hawn) viven obsesionadas por su aspecto físico. Además, se desprecian mutuamente porque ambas compitieron en el pasado por Ernest (Bruce Willis), un brillante cirujano plástico que vive acogotado por la personalidad egoísta y arrolladora de las dos. Cuando los años comienzan a hacer mella en Madeline, no duda en contactar con una bruja que le proporciona un elixir de la vida eterna. Pero, como siempre sucede en estos casos, la poción mágica lleva aparejada un altísimo precio...

Robert Zemeckis (Regreso al futuro) se embarcó en esta extrañísima comedia plagada de efectos especiales que esconde mucho más de lo que aparenta. A pesar de su ritmo irregular, hay en La muerte os sienta tan bien una crítica muy estimulante al juego de las apariencias en el que muchas personas viven atrapadas y que puede resultar muy apropiada para hablar del asunto si tus hijos/as se acercan a la preadolescencia. También hay mucho humor negro, algo de slapstick, un poquito de gore y un puñado de interpretaciones exageradas en su justo punto. Ah, y un trasfondo misógino del que también podéis hablar en casa.

Algunas imágenes pueden resultar perturbadoras para tus hijos si son muy pequeños o muy impresionables y no le pillan la gracia al humor negro. Bueno, qué demonios, eso mismo puede decirse de muchos adultos. Para los demás, será una auténtica delicia.

79. Casper

Casper, Brad Silberling, EEUU, 1995.
Edad: PG

Una de las más populares películas de terror para niños de la década fue la protagonizada por Casper, el fantasma-niño. Casper es un buenazo que solo quiere tener amigos, pero vive con sus tíos, unos fantasmas gruñones que no toleran a los humanos dentro de la mansión en la que habitan. Unos nuevos inquilinos se presentan allí con perversas intenciones y contratan a un torpe cazafantasmas (Bill Pullman) para limpiar la casa, lo que provoca que estos espíritus gamberros se froten las manos pensando en lo mucho que se van a divertir. Nadie imagina entonces la profunda amistad que va a acabar uniendo a la hija del cazafantasmas (Christina Ricci) y a Casper.

Ese es el argumento de esta simpática producción de la Amblin (o sea, de Spielberg) basada en una serie de televisión. Aunque pueda parecer una película simplona (que lo es) e infantiloide (que también lo es), tiene los suficientes elementos de interés como para retener la atención del público adulto. Empieza como una comedia tontorrona y poco a poco nos lleva de la mano hacia un final de lo más emotivo. Tú, como adulto curtido, tal vez lo olvides a la mañana siguiente, pero a tus hijos puede marcarles durante mucho tiempo.

Fantástica banda sonora de James Horner (Titanic) y dirección efectiva de Brad Silverling (Una serie de catastróficas desdichas). Los efectos especiales han envejecido regular, pero el diseño de producción es excelente. Y, a pesar de ser una historia de fantasmas y hablar de la muerte de un niño, no da miedo. Bueno, salvo que tus hijos/as sean extremadamente sensibles al respecto. En ese caso... ¡no sé qué haces leyendo este artículo!

80. El ejército de las tinieblas

Army of Darkness (Evil Dead 3), Sam Raimi, EEUU, 1992.
Edad: R

Para muchos, la mejor película de Sam Raimi y el cierre perfecto de una trilogía mítica que cambió la forma de hacer cierto cine de terror. Para otros, el primer síntoma de que Raimi se estaba aburguesando y vendiendo a los grandes estudios. Sea como sea, El ejército de las tinieblas es un recital de bromas macabras, diálogos delirantes y argumento alucinógeno sin complejos que os hará partiros de risa y alucinar a partes iguales, siempre que tus hijos/as sean ya algo mayores y tengan debilidad por las historias frikis.

El bueno de Ash, interpretado por un Bruce Campbell tan histriónico que parece más un dibujo animado que un actor de carne y hueso, terminó Evil dead 2 (Terroríficamente muertos en España, y otro día hablamos de las delirantes traducciones de algunos títulos a nuestro idioma) trasladándose a una ciudad medieval asediada por los ejércitos del Mal. Después de un comienzo más que accidentado en su nueva época, acaba liderando a los lugareños en su batalla y encontrando una forma de regresar al siglo XX.

Plagada de referencias cinéfilas, El ejército de las tinieblas es un auténtico festín pero, eso sí, no es un festín apropiado para todos los paladares. Hay toneladas de sangre, algo de gore, monstruos de todo tipo, lenguaje inapropiado por doquier y una estética muy siniestra. Y, al mismo tiempo, es una comedia desternillante. La calificación R resulta más que merecida, pero toda la violencia y la sangre están supeditadas a la comedia desprejuiciada. Tú conoces a tus hijos/as y sabrás decidir cuándo es el momento adecuado para dejarlos con la boca abierta viendo esta pequeña joya del cine de terror más desmadrado.

Y de Braindead ya hablamos otro día.

81. Gremlins 2: La nueva generación

Gremlins 2: The New Batch, Joe Dante, EEUU, 1990.
Edad: PG-13

Después de que la muy gamberra Gremlins aguara la Navidad de 1984 a más de un padre de familia bienpensante que había acudido al cine con sus hijos pequeños pensando que iba a ver una agradable película navideña protagonizada por unas criaturas de peluche, Steven Spielberg y la productora Amblin comvencieron a Joe Dante para embarcarse en esta enloquecida continuación.

Han pasado los años y Billy y Kate viven ahora en Nueva York, donde trabajan para una importante corporación dirigida por un megalómano que recuerda a un joven Donald Trump. La empresa está ubicada en un rascacielos hipertecnológico y, claro, tiene algunos negocios turbios, como el laboratorio de genética donde perpetra sus maldades ni más ni menos que Christopher Lee en el agradecido papel de científico loco. Cuando Gizmo se reencuentra por accidente con Billy, el torpe humano no tardará en volver a meter la pata, permitiendo que el pequeño mogwai se moje. Así, sus malvadas réplicas sumirán el rascacielos en el caos y, de paso, dinamitarán cualquier atisbo de lógica narrativa que pudiera tener el guión.

Así es: el mayor acierto de Gremlins 2 es, al mismo tiempo, su mayor debilidad: a partir del minuto treinta, hay una explosión de anarquía que encantará a algunos y espantará a otros. ¿En qué bando crees que estarán tus hijos? Algunas bromas procaces y otras un poco bestias (pero sin exagerar, en la línea de la primera entrega) justificaron la calificación PG-13 en Estados Unidos. En España se calificó como Para todos los públicos. Será que en los noventa teníamos la piel más gruesa para esto del humor.

82. La familia Addams

The Addams Family, Barry Sonnenfeld, EEUU, 1991.
Edad: PG-13

Los Addams son raritos. Les gusta pasear por el cementerio, jugar con guillotinas, preparar pócimas venenosas o darse baños de ácido. Son raritos, ya te digo, pero, ante todo, son una familia. Por eso, cuando el bueno del tío Fétido reaparece después de una ausencia de 25 años, le abren la puerta sin pensar en que, tal vez, sea un impostor que quiere robar la fortuna familiar.

La familia Addams, igual que su afortunada secuela de 1993, fue machacada por la crítica en su momento pero, como tantas veces ocurre, la generación que en los noventa aún estaba en primaria la ha reivindicado como una de las grandes películas de terror para niños de todos los tiempos y la ha convertido en un clásico de la época y en el paradigma de la estética gótica (vertiente cómica). El ritmo es apabullante y el reparto resulta, en su totalidad, uno de esos raros casos de encaje perfecto entre los intérpretes y sus personajes.

Porque esta película es para ellos, para los chavales que aún están en primaria o empezando la secundaria, aunque la MPAA no tenga más remedio que endiñarle un PG-13. Cierto que hay mucho humor negro, y más de una referencia de índole sexual, dirigido a los espectadores adultos, porque La familia Addams, como buen espectáculo mainstream, intenta agradar a todo el mundo, pero son los chavales los que de verdad disfrutarán de su espectáculo justo en el centro del triángulo de las Bermudas formado por lo ridículo, lo grotesco y lo siniestro. Eso sí, los peques más impresionables deben mantenerse a una distancia prudente.

83. Sleepy Hollow

Sleepy Hollow, Tim Burton, EEUU, 1999.
Edad: R

Un jinete sin cabeza aterroriza a la población de una zona rural de la norteamérica del siglo XVIII, y hasta allá va Ichabod Crane, una especie de Sherlock Holmes romántico encarnado por Johnny Deep en uno de esos papeles de tío rarete que tan bien se le dan, para tratar de averiguar qué hay de verdad en la leyenda.

No podía faltar Tim Burton en una selección de películas de terror de los noventa. Puede gustarte más o menos, pero hay que reconocer que este señor lleva treinta años en una industria tan exigente regaládonos de vez en cuando alguna maravilla (Eduardo Manostijeras, Ed Wood, Big Fish...).

Sleepy Hollow, para muchos, entra en esta categoría. Y es que el protagonista de esta película no es Johnny Deep, ni el jinete sin cabeza, ni Christina Ricci, Miranda Richardson o Christopher Walken, que están estupendos, sino la atmósfera gótica que constituye la quintaesencia de la primera etapa de este director.

Porque Sleepy Hollow no es cine de terror propiamente dicho, sino más bien cine de atmósfera. Cierto que tiene algunas escenas sangrientas y que ruedan mogollón de cabezas a lo largo del metraje (y de ahí su calificación como R, es decir, Restricted), pero el protagonista es el claroscuro, el contraste entre el miedo y el humor, entre la poesía y la truculencia. Puro Tim Burton para espectadores de todas las edades amantes de la oscuridad más lírica.

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¿Añadirías o quitarías algo de esta lista de películas de terror para niños de los años noventa? ¿Nos cuentas tu experiencia con alguna de estas películas? ¡Los comentarios están abiertos!

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La serie de artículos sobre las 100 mejores películas los años 90 aptas para ver en familia consta de estos ocho capítulos: