Matilda es uno de los libros más conocidos de Roald Dahl, que ya es decir, y uno de los últimos que el escritor galés publicó antes de su fallecimiento. Hoy te voy a hablar de esta extravagante y deliciosa historia, y te propondré, como suelo hacer, un montón de ideas para hacer una lectura compartida en familia que te permita llevar las aventuras de Matilda más allá de las páginas. Te aseguro que puede convertirse en una experiencia inolvidable.
Fotograma de la adaptación cinematográfica de Matilda, dirigida en 1996 por Danny DeVito (1). |
Sinopsis
El señor Wormwood es un impresentable que se dedica a timar a los clientes de su negocio de venta de coches usados. La señora Wormwood es una impresentable se pasa el día entre el bingo y la televisión. Con unos padres semejantes resulta casi un milagro que Matilda Wormwood sea una niña extraordinaria. A los cinco años ya ha leído la mitad de los libros de la biblioteca pública y es un genio de las matemáticas. También tiene un sentido común que ya quisieran para sí muchos adultos, (altos directivos y presidentes de gobierno incluidos).Por supuesto, sus padres, en su estulticia, creen que es una holgazana y una granuja y le hacen la vida imposible. Pero Matilda tiene un arma poderosísima para defenderse: su privilegiado cerebro.
Las cosas no mejoran cuando Matilda comienza a ir a la escuela. Es cierto que allí conoce a su maestra, la adorable señorita Honey, que enseguida se percata de las habilidades portentosas de la niña. Pero en el colegio quien manda es la directora, un ser con cualidades de monstruo mitológico, de quien se cuentan historias espeluznantes: se trata de una mujer capaz de cualquier atrocidad con tal de mantener su privilegiada posición en la escuela.
Ni siquiera la inteligencia de Matilda puede competir contra la fuerza bruta de la directora. Pero nadie había contado con los extraños poderes que desarrollará nuestra protagonista cuando las cosas se empiecen a poner realmente feas...
Sobre el autor y su obra
Roald Dahl nació en Cardiff, Gales, en 1916. A pesar de la prematura muerte de su padre, tuvo una infancia feliz y una juventud aventurera. Trabajó en África para la Royal Dutch Shell y el estallido de la Segunda Guerra Mundial lo sorprendió en Dar-es-Salaam (actual capital de Tanzania). En 1939 se alistó en la Royal Air Force y, tras un curso acelerado de vuelo, cruzó buena parte de África y Oriente Próximo. Sufrió un gravísimo accidente aéreo en Egipto y, una vez repuesto, combatió en Grecia y en Siria contra las fuerzas del Eje.Comenzó a escribir en 1942, cuando fue nombrado agregado aéreo británico en Washington. Pronto se hizo famoso por sus historias para niños, como Los gremlins (1943), James y el melocotón gigante (1961) o Charlie y la fábrica de chocolate (1964). Algunas otras de sus obras más conocidas son El gran gigante bonachón (1982), Las brujas (1983) o Matilda (1988). En todas ellas, un personaje infantil tiene que enfrentarse a uno o varios villanos adultos que se comportan de forma infame, y se presentan situaciones tan exageradas que se tornan casi surrealistas, con un sentido del humor negro y socarrón poco habitual en la literatura infantil. Por ese motivo, hay quien tacha a Dahl de provocador.
Otros elementos notables que aparecen repetidamente en la obra infantil y juvenil de Dahl son la libertad de estructura -algunas novelas parecen un agregado de relatos breves-, la imaginación desbocada, las diferencias de clase y, finalmente, el triunfo de la bondad y la inteligencia (representada por los niños) frente a la maldad y la estupidez (representada por los adultos).
Roald Dahl también desarrolló una interesante carrera como cuentista para adultos. Puedes encontrar su obra en antologías como Historias extraordinarias o Relatos de lo inesperado. Algunos de sus relatos, como El fumador o Pesadilla a 20.000 pies, son muy famosos. Suelen caracterizarse por el humor (muy, muy negro) y las sorpresas finales (muy, muy desagradables).
Roald Dahl en una imagen de 1954 (2). |
Público y edad
Según el editor español, Matilda de Roald Dahl es una lectura recomendada a partir de los doce años. Esto, por decirlo suavemente, me parece una exageración. Puede leerse sin problemas a los niños a partir de los cuatro o cinco años, y ellos pueden leerla por sí solos (siempre que tengan la habilidad lectora suficiente, por supuesto) a partir de los ocho o nueve. Solemos minusvalorar la capacidad de comprensión de los niños, quizá porque suele ir muy por delante de su capacidad lectora hasta, más o menos, la adolescencia.Como sabes, yo siempre recomiendo en este blog leer los libros en voz alta a los niños y compartir lecturas interesantes en familia, al menos mientras ellos quieran hacerlo. Es una actividad que os proporcionará tiempo de calidad juntos y que propiciará el diálogo y el debate entre vosotros, además de que, a poco que estés atento, dará pie a multitud de actividades relacionadas. Es, por otro lado, el modo más eficaz de ofrecer a tu hijo/a lecturas que estén acordes a su capacidad de comprensión pero aún un poco por encima de sus habilidades lectora.
Matilda de Roald Dahl gustará a casi todos los niños, aunque los más mayores pueden sentir un cierto rechazo hacia el libro por considerarlo demasiado infantil. Las fantásticas ilustraciones de Quentin Blake, con su aspecto falsamente descuidado e infantiloide, no ayudan a ello. Pero si vencen ese prejuicio, se encontrarán con una novela imaginativa y bienhumorada, con puntuales arranques de humor negro y desquiciado que los dejarán boquiabiertos en más de una ocasión.
(No está de más, por cierto, aclarar a los más pequeños que esos arranques de violencia cartoon son totalmente ficticios, como en los dibujos animados, y que esas cosas nunca suceden en las escuelas de verdad).
Puntos de interés para padres y educadores
La novela, como muchas otras de Roald Dahl, tiene una estructura caótica. Hacer encajar los tres actos clásicos (exposición-nudo-desenlace) con "Matilda" plantea un serio desafío y, para lograrlo, tendremos que empezar por dividir la novela en dos subnovelas (antes y después de que Matilda empiece a ir al colegio). Es muy interesante charlar con los niños sobre estas estructuras narrativas que, de otro modo, suelen pasar desapercibidas. Te sorprenderá la facilidad que tienen para asimilar estos conceptos, y cómo luego pueden usarlos por sí mismos en lecturas posteriores.Otro punto de interés son las abundantes referencias literarias que se hacen en el texto, sin duda un reflejo de los gustos del propio Dahl. Matilda, como niña prodigio que es, explora la sección adulta de la biblioteca pública, de Charles Dickens a John Steinbeck, pasando por Graham Green, Joseph Conrad o Thomas Hardy. También hay referencias a autores considerados más juveniles, como Tolkien, C. S. Lewis, H. G. Wells o Rudyard Kipling. El entusiasmo de Matilda hacia estos autores es contagioso, y ayudará a que nuestros hijos/as se acerquen a ellos, ahora o en el futuro, de forma positiva.
El tema principal de la obra es, como en casi todas las de este autor, el maltrato infantil. Hay varios adultos que sistemáticamente maltratan física y psicológicamente a los niños. El maltrato nunca se muestra de forma cruda, y en su versión más violenta se torna en realidad humorístico, aunque sin perder del todo su componente de espanto. Me parece importante acompañar a los niños en estos pasajes, sobre todo a los más pequeños, para aclararles que cuando la señorita Trunchbull coge a una niña por las coletas, la voltea sobre su cabeza y la lanza por encima de la valla de la escuela, se trata de una exageración humorística que no puede ocurrir en la realidad, y a continuación aclarar que sí que hay niños que sufren maltratos de verdad, y que no es un asunto nada divertido.
Lo interesante de la forma en la que se presenta en maltrato no son las escenas de maltrato en sí, que, como digo, son tan exageradas que provocan risa (nerviosa, pero risa), sino la forma en la que los niños enfrentan ese maltrato. Los niños, en las novelas de Dahl, siempre son más listos que los adultos y hacen gala de mayor sentido común. Como suele suceder en la realidad, por otra parte.
La señorita Trunchbull tratando de acogotar a Matilda, según el ilustrador Quentin Blake. |
Áreas de conocimiento donde se puede aplicar
Matilda de Roald Dahl tiene una aplicación evidente en el área de lengua y literatura, puesto que se trata de uno de esos libros que se leen con facilidad y con una sonrisa en los labios, contribuyendo a afianzar el hábito lector y a percibir la lectura como algo divertido y enriquecedor. También hay multitud de referencias literarias a autores y obras de los siglos XIX y XX que se muestran desde un punto de vista lúdico y que constituyen un acercamiento positivo de los jóvenes lectores a la literatura más adulta.En el área de matemáticas, hay varios momentos donde los personajes del señor Wormwood y la señorita Trunchbull realizan operaciones aritméticas que pueden ser utilizadas como punto de partida para desarrollar contenidos matemáticos.
En el área de ciencias de la naturaleza, aparecen descripciones muy profusas del entorno del pueblo sin nombre donde se desarrolla la historia cuando Matilda y la señorita Honey van y vienen de la casa donde vive esta última. También puede ser muy interesante el análisis desde un punto de vista científico de los poderes de Matilda.
Por último, se pueden tratar de forma transversal aspectos que ayuden al desarrollo de las competencias sociales y cívicas: el maltrato físico y psicológico en los ámbitos doméstico y escolar está tratado en la novela desde un punto de vista poco ortodoxo, pero puede ser un punto de partida excelente para desarrollar el tema con más profundidad. La conviviencia, el respeto de las diferencias y la integración de las distintas sensibilidades en el ámbito de la comunidad también son temas importantes en la novela. Del mismo modo se puede tratar la importancia de la educación y la cultura (la señorita Honey y Matilda) como antídoto contra la ignorancia (los Wormwood) y la violencia (la señorita Trunchbull).
Ideas y propuestas de actividades
Antes de nada, una aclaración. Las propuestas que menciono en esta sección solo son ideas. De ningún modo deben considerarse actividades de tipo escolar (esto es, obligatorias o necesarias), puesto que la obligación mata la creatividad y la diversión. Solo son algunas ideas que a mí me han funcionado y pueden funcionarte también a ti y a tus hijos/as, o que pueden servirte como punto de partida para inventar tus propias actividades. Deja que tus hijos/as tomen el control. Escúchalos. Obsérvalos. Ellos son auténticos surtidores de creatividad cuando sienten que tienen la libertad suficiente para ejercerla. Ajustad las actividades sobre la marcha a vuestros intereses y motivaciones y, sobre todo, disfrutad del viaje.Antes de la lectura:
Deja que tu hijo/a hojee el libro, que mire las ilustraciones, que lea la sinopsis y los títulos de los capítulos (si ya sabe leer), que trate de imaginar cuál es el argumento antes de leerlo.
Existen multitud de ediciones de Matilda de Roald Dahl en el mercado, algunas de ellas a todo color y otras (la mayoría) en blanco y negro. Eso no tiene mayor importancia si tus hijos ya son mayores, pero a los pequeños les llamarán más la atención las ediciones en color.
Durante la lectura:
El señor Wormwood es un experto en matemáticas cuando le interesa. Hay un capítulo donde hace complicadas sumas y restas para demostrarlo. Esa anécdota, si tu hijo/a está en una etapa receptiva para ello (porque todos los niños pasan por varios momentos en su desarrollo donde se muestran receptivos hacia las matemáticas), puede dar pie para idear ingeniosas actividades alrededor de la ocurrencia del señor Wordwood. El cuentakilómetros, y otros medidores, del coche pueden ser tus aliados en esta aventura. ¿Cuántos kilómetros faltan para los 100.000? ¿Cuántos kilómetros hay hasta casa de los abuelos? ¿Cuánto marcará el cuentakilómetros cuando lleguemos allí? Si el coche tiene cinco años, ¿cuántos kilómetros, en promedio, ha recorrido cada año? Y así sucesivamente.
Los apellidos de los personajes principales (Wordwood, Trunchbull, Honey) tienen significados nada inocentes. Ya te he dicho que el sentido del humor de Roald Dahl era bastante sarcástico. Es un juego interesante traducir esos apellidos del inglés para averiguar las intenciones del autor.
Hay abundantes referencias literarias dentro de la novela, desde autores infantiles y juveniles (Tolkien, C. S. Lewis, Kipling) hasta otros completamente adultos (Dickens, Dylan Thomas, Graham Greene). Es una buena ocasión, si tu hijo/a demuestra interés por ello, para profundizar en la vida y obra de estos autores.
La campiña inglesa se describe con cierta profusión en algunos pasajes de la novela. Curiosear por la geografía británica suele resultar muy interesante a los niños acostumbrados a los paisajes mesetarios y subdesérticos.
Paisaje típico de la campiña inglesa. Al fondo a mano izquierda empieza el camino que lleva a casa de la señorita Honey (3). |
Matilda comienza su escolarización a los cinco años. Sin embargo, en España la mayor parte de los niños lo hacen a los tres años. Muy pocas familias saben que la edad de escolarización obligatoria en nuestro país son los seis años. Es interesante estudiar juntos estas circunstancias, así como lo que ocurre en otros países del mundo. También podéis discutir acerca de las cosas buenas y malas de la escuela. ¿Por qué la escolarización es obligatoria? ¿Podría educarse un niño/a fuera de la escuela? Eso os puede llevar a acercaros a otras formas de educación, como el homeschooling o las escuelas alternativas, y discutir sobre sus ventajas e inconvenientes.
El maltrato infantil es un asunto central en toda la obra de Roald Dahl. Aunque tratado con humor sarcástico, no deja de estar ahí. La mayor parte de las novelas infantiles de este autor son buenas excusas para dialogar con nuestros hijos/as acerca de este peliagudo asunto, y de las posibles soluciones que pueden dársele. En Matilda, además, al maltrato dentro del hogar se le suma la violencia que ejerce en el ámbito escolar la temible directora del colegio.
Por último: ¿Son posibles los poderes de Matilda? ¿Existe o puede existir la telequinesis? ¿Se pueden mover objetos con la mente? ¿Ha habido algún caso documentado en la historia? Es una buena excusa para investigar este hecho recurrente en muchas historias fantásticas y para ejercitar el necesario sentido del escepticismo que nuestros hijos/as necesitarán para desenvolverse en el mundo del siglo XXI.
Después de la lectura:
Al terminar la lectura, suele ser un buen momento para profundizar en la bibliografía del autor. Muy pocos niños pueden resistirse al derroche de imaginación y de ternura nada empalagosa de Roald Dahl.
La adaptación cinematográfica de Matilda fue dirigida en 1996 por Danny DeVito. Se trata de una película extraña, con muchas diferencias respecto del libro, pero que sabe captar su espíritu con una nitidez asombrosa. Este puede ser un buen momento para verla con tus hijos.
El ilustrador Quentin Blake colaboró en la mayor parte de los libros de Roald Dahl. Su estilo desenfadado, que esconde un trabajo milimétrico tras su apariencia descuidada de garabato infantil, resulta el complemento ideal para las narraciones nada convencionales del escritor galés. Muchos hemos llegado a relacionar los dibujos de Blake con las historias de Dahl hasta tal punto que no podemos imaginar a Charlie o a Matilda con otro aspecto que el que imaginó el dibujante. Pero Quentin Blake ha ilustrado muchos otros libros infantiles y, si a tu hijo/a le interesa el dibujo, es una excelente idea buscar otros trabajos suyos.
Por último, una pregunta interesante para plantear un diálogo con tus hijos/as: ¿qué harías tú si tuvieras los poderes de Matilda?
Documentos de trabajo
Biografía y obra de Roald Dahl.Biografía y obra de Quentin Blake.
Síntomas del maltrato infantil y cómo actuar en caso de sospecha.
La telequinesis y el mito del uso del 10% del cerebro.
Estructura de los sistemas escolares en Europa.
Los superpoderes en la ficción y la física de la realidad.
Otros libros afines
Roald Dahl es un autor irrepetible. Si a tus hijos y a ti os ha gustado Matilda, no dudéis en leer Charlie y la fábrica de chocolate y su continuación, menos conocida pero igual de alucinante, Charlie y el gran ascensor de cristal. Tampoco os olvidéis de James y el melocotón gigante, El gran gigante bonachón o Las brujas (este último, algo más oscuro que el resto). Son libros tan populares que es fácil encontrar reediciones recientes.Dahl también trabajó durante un tiempo como guionista cinematográfico. El musical Chitty Chitty Bang Bang, de 1968, es uno de sus mayores éxitos en esta faceta, por lo que tampoco es mala idea revisitarlo.
Colección de libros de Roald Dahl, en una edición reciente de Penguin Books (4). |
Hay muchos otros autores que, por el uso del humor para proporcionar una visión irónica del mundo, podemos relacionar con Roald Dahl. Citaré dos muy distintos: Gianni Rodari, autor muy reconocido de libros para niños, sobre todo en sus recopilaciones de relatos como Cuentos por teléfono, Gramática de la fantasía o Cuentos escritos a máquina; y Neil Gaiman, el niño prodigio que creó con veintipocos años el mito del cómic The sandman y que desde entonces no ha dejado de sorprendernos, también en su vertiente de autor infantil/juvenil, con obras oscuras e imaginativas como Coraline, El libro del cementerio o El galáctico, pirático y alienígena viaje de mi padre.
Ficha
Edición original en inglés.
Título: Matilda.
Autor: Roald Dahl.
Ilustraciones: Quentin Blake.
Jonathan Cape, Londres, 1988, 240 páginas.
Edición actual en español.
Título: Matilda.
Autor: Roald Dahl.
Ilustraciones: Quentin Blake.
Traducción: Frank Barbadillo
Alfaguara, Madrid, 2016, 288 páginas.
¿Qué opinas tú?
¿Has leído Matilda de Roald Dahl? ¿Y tus hijos? ¿Qué otros libros de este autor recomendarías para leer con los peques de la casa? Cuéntanoslo en los comentarios y lo hablamos.Créditos de las imágenes
(1) El fotograma de la película "Matilda" es propiedad de TriStar Pictures y Jersey Films y se reproduce aquí en baja calidad y dentro de los términos del fair use o uso razonable.(2) El retrato de Roald Dahl es de Carl Van Vechten [Dominio público], vía Wikimedia Commons.
(3) Imagen de dominio público tomada de Pixabay.
(4) La imagen de la colección de libros de Dahl es de Wee Sen Goh [CC BY-NC 2.0] vía Flickr.
Las portadas de los libros y las ilustraciones de Quentin Blake son propiedad de sus autores y de los respectivos editores. Se reproducen aquí en baja calidad y dentro de los términos del fair use o uso razonable.
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